Con frecuencia las organizaciones tienen la necesidad de establecer las funciones de sus áreas de trabajo y del personal que las integran. Al respecto utilizan formas muy precarias y simplistas. Es así como muchos analistas han reducido el diseño de las funciones a la recopilación de redacciones hechas por los trabajadores y jefes de área. Todo lo cual va en contra de criterios metodológicos que determinan una desagregación sistémica desde la misión, pasando por los objetivos y las metas. Frente a esta postura, nosotros consideramos que todo sistema organizacional es un sistema micro social, cuya comprensión exige, por lo menos, entender las principales características de ese complejo espacio social, de lo contrario no se estaría en condiciones de «ordenar» el conjunto de actores que denominamos sistema organizacional.

La descripción funcional se formaliza para asignar las responsabilidades del trabajo a realizar por el grupo social que constituye un sistema organizacional y poner en funcionamiento los vínculos que se tienen que dar entre sus integrantes. En consecuencia, estamos ante algo muy complejo que, lamentablemente, el desconocimiento lo ha simplificado de manera desastrosa para convertir a muchas organizaciones en simples conglomerados de personas que realizan trabajos sin mayor sentido.